La impotencia masculina se evita desde la educación sexual, un hombre que entiende cómo actúa el sistema nervioso ante la excitación y cómo responde el cerebro, logrará crear una mayor conciencia ante lo que siente, sabiendo reconocer cuando no puede excitarse.
Muchas veces, la impotencia sucede por motivos psicológicos, algo que es muy común, en hombres que poseen ansiedades así como tristezas o enfermedades que tienen que ver con la depresión.
La mejor solución siempre, es acudir a un sexólogo o psicólogo para que ayude a entender cómo se originó la raíz del problema. Siempre te ayudará también entender que a veces es necesario tomarse un descanso para volver a la actividad que más te gusta con más fuerza.
Tan sólo hablando y compartiendo la dolencia, podrán curarse y no por ello les hará sentirse o ser menos hombres, al contrario, hablará de su gran valentía. ¡El resto es sólo trabajo para aumentar la confianza en uno mismo!
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